Inspección de edificios tras las tormentas

Prevenir, reconocer y eliminar los daños causados por las tormentas


Las tormentas son más frecuentes sobre todo en los meses de verano, pero tampoco eres inmune a ellas durante el resto del año. Según su tamaño y construcción, los edificios y propiedades corren distintos grados de riesgo ante las tormentas. La inspección periódica de edificios e instalaciones exteriores es crucial para minimizar la probabilidad y el alcance de los daños.

¿Qué peligros entrañan las tormentas?

Las tormentas, como las tempestades, la lluvia, la nieve, el granizo, los rayos y las inundaciones, pueden causar daños considerables a las personas, los edificios, las instalaciones al aire libre y los vehículos; para evitar daños y detectar los daños consiguientes, éstos deben inspeccionarse a fondo con regularidad, antes y después de las tormentas.


Tormenta: Una tormenta puede cubrir tejados, dañar fachadas, ventanas o cerchas y tirar andamios, módulos solares y materiales de construcción, dañar mástiles de banderas, arrancar lonas sueltas, etc. y, por tanto, herir a personas o dañar edificios/vehículos vecinos.


Granizo: El granizo puede causar graves daños a edificios (tejados, ventanas, fachadas, sistemas fotovoltaicos, etc.), vehículos y vegetación (árboles, arbustos, etc.) y perjudicar la usabilidad, funcionalidad o vida útil de edificios y vehículos.


Caída de rayo: La caída directa de un rayo puede dañar tejados, estructuras de soporte, paredes exteriores y árboles. Las máquinas, los dispositivos y los sistemas eléctricos también corren peligro por un impacto «indirecto» de rayo (picos de tensión en la red eléctrica debidos a impactos de rayos).


Inundación: La inundación puede causar daños en el edificio desde el exterior (ventanas, puertas, otras aberturas del edificio) o a través del remanso en las tuberías de desagüe. Los sistemas de elevación defectuosos también pueden causar problemas en este caso.


Árboles caídos: Los árboles pueden convertirse en un peligro por desprendimiento o caída de ramas, y los árboles y ramas también pueden causar obstrucciones en arroyos, canales y desagües pluviales y provocar inundaciones.


Rotura por nieve: Tras una fuerte nevada, especialmente cuando va seguida de lluvia, las cargas de nieve pueden suponer una pesada carga para tejados, cocheras, casetas de jardín y sistemas fotovoltaicos, y provocar daños en los sistemas, tejados o estructuras de soporte.

¿Qué se puede hacer de forma preventiva para reducir el riesgo de daños por tormentas?

Si estás en el lugar en el momento de la tormenta, puedes tomar una serie de medidas proactivas o preventivas con antelación para reducir la probabilidad y el alcance de los daños.

Una inspección periódica de todas las zonas peligrosas de la propiedad es un requisito previo obligatorio para ello. Se aconseja a las empresas y a los administradores de fincas en particular que realicen inspecciones periódicas de la seguridad del inmueble. De acuerdo con su deber legal de diligencia, se aconseja a las empresas y a los administradores de propiedades en particular que realicen inspecciones periódicas de la seguridad de la propiedad (por ejemplo, de acuerdo con la ÖNORM B130/1301). Una inspección visual periódica permite detectar y subsanar los daños con mayor rapidez y, por tanto, mejora el funcionamiento y la conservación del valor de la propiedad.


Tormenta: Retira o asegura los objetos sueltos y ligeros (por ejemplo, sillas de jardín, sombrillas, carteles, vallas de edificios, banderas, toldos, etc.) o cierra firmemente ventanas, puertas, claraboyas y cúpulas de claraboyas, realiza al menos una inspección anual de seguridad de la propiedad (para empresas, por ejemplo, de acuerdo con la ÖNORM B1300/1301). Haz que se realice una inspección de seguridad del inmueble al menos una vez al año (para empresas, por ejemplo, de acuerdo con la ÖNORM B1300/1301)


Granizo: Aparca los vehículos bajo los tejados, instala cubiertas de protección antigranizo en los vehículos, instala redes de protección antigranizo,


Caída de rayos: Asegura eléctricamente las máquinas y dispositivos que no sean necesarios o desconéctalos de la red eléctrica, instala un sistema pararrayos, inspecciona el sistema pararrayos al menos 1 vez al año (por ejemplo, como parte de la inspección de seguridad de la propiedad). 1 vez al año (por ejemplo, como parte de la inspección de seguridad de la propiedad), inspección por una empresa especializada (para empresas) al menos cada 3 años (de acuerdo con la Ordenanza de Protección Eléctrica, ÖVE-E 49, ÖNORM E 8049-1, ÖNORM EN 62305-3, posiblemente según se especifique en la licencia comercial)


Inundaciones: Comprueba los canalones y desagües pluviales al menos cada seis meses en primavera y otoño. Comprueba los canalones y desagües pluviales al menos cada seis meses en primavera y otoño y retira la vegetación u obstrucciones si es necesario, no almacenes sustancias peligrosas en zonas de riesgo (por ejemplo, sótanos). Inspecciona los sistemas de elevación para comprobar que funcionan correctamente, las balsas de retención para ver si hay depósitos de lodo y desagües, inspecciona y limpia los sumideros de agua de lluvia si es necesario.


Árboles caídos/ramas caídas: Los árboles deben revisarse en busca de puntos muertos o ramassueltas al menos una vez al año (durante la época de hojas). Comprueba si hay puntos muertos o ramas sueltas al menos una vez al año (durante la época de hojas) – en caso de duda, llama a una empresa especializada


> Rotura por nieve: Cuando se anuncien nevadas intensas, se deben apuntalar los componentes estructuralmente muy cargados (por ejemplo, vigas transversales de tejados volados, cocheras o cobertizos de jardín), se deben despejar y asegurar las zonas de caída de nieve, se deben cubrir con láminas los tejados de pendiente pronunciada (aprox. 20° de inclinación del tejado) para facilitar el deslizamiento de la nieve, se deben vigilar los árboles y arbustos, etc.

¿Qué debes tener en cuenta después de una tormenta?

Después de una tormenta, siempre debes entrar en los edificios con un alto grado de conciencia del riesgo y precaución (con un especialista en caso de duda) – hay que tener en cuenta los siguientes puntos:


Daños exteriores del edificio: Inspecciona visualmente el edificio en busca de daños (especialmente los componentes sometidos a cargas pesadas, como el tejado, las ventanas, las puertas, la estructura de soporte, los sistemas de elevación, los desagües, los depósitos de retención, etc.). Haz que especialistas adecuados inspeccionen los edificios gravemente dañados antes de entrar en ellos.


Techo: Sobre todo si el techo está dañado o hay componentes sueltos (por ejemplo, piezas de chapa), sólo debes entrar en la zona de caída con extrema precaución o, preferiblemente, no hacerlo en absoluto. Asegura las zonas de peligro en un área amplia y asegúrate de que se retiran inmediatamente los componentes peligrosos.


La fachada: Las fachadas dañadas pueden permitir que la humedad penetre en la mampostería. Inspecciona toda la fachada en busca de zonas dañadas y haz que las reparen rápidamente si es necesario.


Ventanas y puertas: Las ventanas y puertas son especialmente susceptibles a los daños por humedad. Comprueba si hay humedad en los alféizares de las ventanas, las puertas de los balcones y las escaleras de los sótanos.


Sótanos/garajes: Presta atención a la entrada de agua a través de techos, huecos, tuberías y rampas o al correcto funcionamiento de los sistemas de elevación (alimentación eléctrica).


Desagües pluviales/depósito de retención: Comprueba también los sistemas de elevación, canalones, sumideros pluviales y sistemas de desagüe del edificio para evitar daños por agua. Inspecciona también la balsa de retención (si existe) y haz que eliminen grandes cantidades de lodo si es necesario.


Sistema eléctrico: Comprueba todos los cuadros de distribución eléctrica para ver si se han disparado los dispositivos de seguridad (por ejemplo, el interruptor diferencial residual (RCCB), el disyuntor o el control de aislamiento). disyuntor diferencial (RCCB), disyuntor en miniatura o monitorización del aislamiento). Si se han disparado algunos dispositivos de seguridad, consulta antes a un electricista para asegurarte de que se pueden volver a poner en marcha con seguridad. Comprueba el sistema fotovoltaico para asegurarte de que tiene la potencia habitual.


Aparatos eléctricos: Si los aparatos han estado o están en contacto con agua, no entres en esta zona y desconecta inmediatamente la alimentación eléctrica (en el cuadro de distribución eléctrica). Utiliza los aparatos eléctricos sólo si no han estado en contacto con la humedad. Si algunos aparatos o máquinas han estado en contacto con el agua, consulta antes a un electricista para asegurarte de que se pueden volver a poner en funcionamiento con seguridad.


Documentación de daños: haz suficientes fotos de los daños y anota también cualquier detalle importante. Esta información es muy importante para hacer valer tus derechos ante el seguro.


Reparación de daños: Recuerda buscar ayuda profesional en caso de daños importantes. Hay varias empresas especializadas en la reparación y restauración de daños causados por tormentas e incendios, que también pueden ayudarte con la reclamación al seguro.

Como puedes ver, hay mucho que tener en cuenta de antemano y, una vez más, la inspección y el mantenimiento correctos de las instalaciones, edificios, sistemas y equipos exteriores es lo más importante para un funcionamiento fiable en caso de emergencia y rentable.

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